7 julio 2011
Tras nueve horas de tren nocturno en first class y sin pegar ojo, llegamos a Haridwar. Desde aquí, un autobús alocado nos sube a las montañas como si fuera el Rally de Montecarlo. Por el camino apreciamos la influencia budista con enormes monumentos y templos. Los ashram, el yoga y diferentes técnicas de meditación están muy extendidas en Rishikesh.
Lo más destacado de este pueblo del estado de Uttarakhand son los puentes Ram Jhula y Laxman Jhula separados por 2 kms. Nos hospedamos en el zona este de Laxman Jhula con vistas al famoso río Ganges, el mismo que pasa por Varanasi. El río serpentea entre las montañas y, a pesar de su abundante caudal, resulta bastante silencioso. Los cantos matutinos y vespertinos a los dioses acompañados de una niebla que oculta las montañas y flota sobre el río, forman un paisaje espectacular.
Anochecer desde nuestra terraza |
Hostales, restaurantes, ciber-cafes, puestitos callejeros, (ropa, bisutería…) abarrotan la calle principal y atrae a muchos turistas. Entre ellos conocimos a Marta, una chica muy simpática de Burgos. Es voluntaria en un colegio de la zona donde viven niñ@s huérfan@s o con problemas familiares.
A pesar de la suciedad del agua, la gente se baña aquí a diario e incluso la bebe. Casi 4 kms. río arriba hay dos cascadas que nos recomendaron visitar. Tan sólo encontramos la primera. Durante todo el trayecto nos siguió un perro del que no había manera de despegarse. Lo bautizamos como Itzel.
Como anécdota inquietante, la presencia de monos en los árboles, tejados y corriendo por los cables del puente. También debemos remarcar que la comida sigue siendo excesivamente picante. En este lado del río tan sólo sirven comida vegetariana y nada de alcohol. Creemos que esta inusual vida demasiado sana ha sido la culpable de las primeras diarreas.
Tuvimos el placer de conocer a Mr. Fantastic Bombastic, un peculiar vendedor de un pequeño puesto callejero, que cada día nos alegraba con su ritual. Un auténtico crack!
Aunque no resulta fácil, poco a poco nos vamos acostumbrando a la incómoda sensación de estar pegajoso todo el día, incluso cinco minutos después de una ducha fría.
En nuestra jornada laboral los problemas y contratiempos se suceden. Continuos cortes de luz, servidores caídos… han sido varios retos que hemos tenido que superar para empezar a publicar este blog. Acostumbrados al 24 horas abierto de Delhi y Amritsar, una noche nos quedamos sin cenar por nuestras ansias por terminar la publicación y por no saber que aquí a las 22:30 todo está cerrado. Tuvimos que echar mano de un kit de supervivencia basado en galletas de chocolate y mini phoskitos.
Comprar tickets de tren por internet también ha sido complicado por problemas con las tarjetas de crédito y barreras de seguridad.
En este tranquilo pueblo hemos disfrutado de la amabilidad de los locales y hemos cargado las pilas para volver en Sleeper Class a Delhi, y recuperar la mochila perdida, que POR FIN ha aparecido!
Hemos decidido que la frase del día sea este video que supera a cualquier filósofo que se nos ocurra.
-- Mr. Fantastic Bombastic --