ETAPAS POR EL INTERIOR


1 septiembre 2011
Comienza nuestro último mes en India y nuestra vuelta al norte del país incluye etapas largas y duras de  buses y trenes. Primera etapa, viaje de 2 hrs en el bus más moderno que hemos visto para ir de Mamallapuram a Chennai. Aquí, tren nocturno hasta Hyderabad y enlazamos con otro hasta NAGPUR donde nos tomamos una jornada de descanso. Nos pareció sorprendente la ausencia de retrasos en estos viajes.
Lo más reseñable de esta ciudad de tránsito es un centro comercial, dicho incluso por la guía. Reservar los billetes de bus para nuestro siguiente destino resulta bastante costoso, pero matamos el tiempo observando a gente y curiosidades a nuestro alrededor.


Por primera vez íbamos a viajar en un bus con cama y sonaba agradable la idea de viajar toda la noche durmiendo. ¡Qué ilusos! Dicen que lo bueno siempre se hace esperar. No fue el caso de nuestra tartana que llegó con media hora de retraso. Dio miedo poner el primer pie dentro de ese vertedero con cuatro ruedas. Nuestras supuestas camas separadas se habían convertido en una litera algo más ancha que las individuales. Comenzó a llover por primera vez en semanas para comprobar que el agua filtraba por la ventanilla. Continuos frenazos y sobresaltos por los caminos más bacheados que existen. ¡Ni las cabras van por ahí! A las 3 de la mañana insistimos al chofer que apague la música hindi. Como si ese fuera el motivo por el que no podíamos dormir…


Esta pesadilla duró más de 15 hrs hasta llegar a BHOPAL, capital de Madhya Pradesh.
Dos lagos es lo más destacado de una ciudad que este mes se encuentra de festivales y en distintos puntos instalan altares con dioses en forma de elefantes acompañados de música a reventar. Tuvimos la fortuna de tener uno de estos conciertos pegado a nuestra habitación.
Dos días después un bus nos lleva hasta SANCHI, un pueblito con varios templos budistas en los alrededores.



Este lugar ha sido de lo más aburrido en mucho tiempo, quizás lo único mencionable, sus cafés en la taberna con los locales, y sus mosquitos asesinos.
Un día fue suficiente para darnos cuenta de que JHANSI, siguiente ciudad a visitar, se podía haber suprimido, pero en nuestra ruta estaba Orchha, y el paso por ésta es inevitable, así que decidimos hacer turismo. Visitamos el fuerte…lo más impactante!!! Tener que coger un palo para visitarlo tranquilos, ya que los monos nos dan la bienvenida  y no en plan amistoso precisamente.


Encontramos dificultades para montar en el autobús que nos llevara a ORCHHA. Los locales insistían en que cogiéramos un rickshaw, e intentaron liarnos. Al final montamos en uno ayudados por un supuesto trabajador de la estación. A falta de 8km tuvimos que bajar porque el autobús iba en otra dirección. Suerte la nuestra de poder parar en medio de un cruce con dos chiringuitos plagados de moscas, donde conocemos a Charlotte y Matt, una pareja londinense que está dando la vuelta al mundo.








Al día siguiente, ya en Orchha, los cuatro alquilamos unas bicis para ir hasta el río a bañarnos. No hizo falta llegar a él porque cayó una tromba de agua que nos caló enteros, pero en parte lo agradecimos incluso, porque aquí hemos vuelto a notar el intenso calor.
No hay mejor manera para apaciguar este calor que compartir unas cervezas (VASCO 50000) con dos auténticos expertos en la materia, Charlotte y Matt.




Volvimos a Jhansi con estos fans del Chelsea que también tienen su propio blog, del cual hemos añadido un enlace en el apartado “Otros Blogs”. Nos despedimos y otro bus nos lleva a KHAJURAHO, conocida por sus templos de kamasutra.



Ellos venían de esta ciudad bastante desencantados, pero lo cierto es que a nosotros nos ha causado una buena impresión. Rakesh, un local del hotel, nos llevó en su moto a visitar varios templos y las cataratas Raneh, donde coincidimos con un grupo de amigos de Algorta. Pero lo más memorable fue la visita a un colegio de una pequeña aldea cercana. Vestían de uniforme pero carecían de pupitres. En cada diminuta aula que entrábamos, l@s alumn@s se ponían en pie en señal de respeto. Esa misma tarde antes de dejar Khajuraho, fuimos testigos de uno de los atardeceres más espectaculares que hemos visto últimamente.



 
"No hay mejor medida de lo que una persona es, que lo que hace cuando tiene completa libertad de elegir".

-- William M. Bulger --